Alexis, hoy, se cumple un año que dejaste este mundo y la vida sin ti es una vida diferente. Hoy estoy enojada con el destino por haberte llevado de mi lado. No entiendo, con mi mente de chimpancé, porque ya no estás. Porque ya no puedo escuchar tu risa, oler tu pelo o darte un beso. Me pregunto porque el universo conspiró para que te fueras de mi lado y me quedara aquí sin ti. Sigo adelante sin más remedio.
Pero sabes, mi changüito bebé, gracias a ti, soy mas fuerte. Gracias a ti me quedé despierta a una vida llena de posibilidades, llena de pequeñas cosas que nos hacen crecer, nos hacen sonreír aunque no tengamos ganas. Sigo en esta vida porque me quedo con tu fortaleza, con tus ganas de vivir y con tu belleza impregnada en mi ser, en mi corazón. Me quedo con tu sonrisa divina que me hacía agradecerle a la vida cada día por tenerte a mi lado, por tenerte a ti y a Marcelo y haberme dado la posibilidad de tener una vida perfecta. Me quedo con lo hermoso de tus labios y la dulzura de tu voz cuando me decías Mami. Me quedo con la luz en tus ojos y lo bello que era verlos a ti y a Marcelo aprender a ser hermanos, a darse amor y compañía. Me quedo con tu belleza, tus ojos, tu pelo, tu sonrisa y tu andar.
Me quedo con todo esto pero no puedo mentir, me duele, me duele en el alma porque todo lo que me dejas es solo un recuerdo. Un recuerdo de lo bello que era estar a tu lado y pensar que mi vida era perfecta junto a ti. Me duele porque lo tenía todo, nada me faltaba y tenía todo por agradecer.
Pero la vida, el universo no juega como queremos. No nos deja vivir en un sueño, nos despoja de todo lo que creemos valioso si considera que es lo que debemos vivir. Nos avienta a una realidad cruel a experimentar, para luego aprender y sin previo aviso nos lo quita todo. La vida me separó de ti, me separó de ti en este mundo material para unirnos en el infinito. Me separó de tu sonrisa para que tu esencia se impregnara en la mía y voláramos juntos. Para que tu luz y mi luz se fundieran en la dimensión del alma y fuéramos uno. Somos uno. Eres mi corazón, eres mi luz, eres la consciencia divina que me guía hacia la certidumbre del alma, me guía al camino de la magia, me hace renacer. Porque hoy, hoy Alexis mío, ya no soy quien antes era. Soy mucho más. Soy un alma despierta a la consciencia divina del universo en donde todo existe y todo lo es. Disfruto la soledad y estar con la naturaleza como nada en este mundo. Disfruto el dolor cuando me acuerdo de ti y entiendo que la belleza del mundo está en aceptar el flujo de la vida. Este flujo que nos lleva hacia donde debemos ir si dejamos que su corriente nos arrastre, nos arrulle, nos acobije y nos acompañe. Porque si con algo me quedo, mi chiquito hermoso, es que el amor lo puede todo y las conexiones profundas son las que nos acompañan a entender la realidad de nuestra esencia. Proyectan nuestras imperfecciones y gracias a ti las acepto, las entiendo y empiezo a recordar quién soy en verdad. Empiezo a recordar que soy consciencia pura que fluye en este mundo y toma mi cuerpo, pero unida a ti, a todo, somos infinitos, como el amor que siento por ti.
Alexis, mi más grande maestro, mi guía, mi luz. Por ti despierto para sanar mis heridas, para entender que la muerte es otro paso de la existencia y el dolor es necesario para crecer, para entender que somos capaces de sanar y controlar nuestra realidad. Nuestra esencia es tan brillante que no tiene limites. Tu luz es tan inmensa que hoy creo en la magia y en los milagros. Despertaste en mí una energía creativa que jamás hubiera podido descubrir por mi cuenta. Tenía bloqueados mis sentimientos, el amor propio, el dolor, tenía bloqueada mi esencia y mi luz.
Tú mi amor, haces catarsis en mi alma, me desconciertas, me aterras y me llevas al abismo del vacío más grande y oscuro. Pero gracias a ti es que ahí, encuentro espacio, encuentro espacio para existir y para conectarme contigo. Conectarme con tu espíritu. Hoy, te extraño con cada partícula de mi cuerpo, pero también cada partícula sabe que eres parte de ella y se siente en paz. Te extraña pero toca la consciencia en donde sabe que tu eres parte de todo.
Hoy, puedo vibrar en una frecuencia de amor infinita gracias a ti. Y es ahí en donde siento tu energía y me relajo, me dejo llevar y me llevas justo a donde tengo que ir. Entiendo que la realidad no la podemos controlar. Te perdí en contra de toda mi voluntad, de todas mis fuerzas, luché hasta que caí agotada y el 21 de septiembre de 2021 a la 1:59am te fuiste en paz. Te tuve que dejar ir. Tuve que aprender la lección del desapego y ahora mi amor, que fuerte soy. Me dejaste tu valentía y tus inmensas ganas de luchar. Ya nada me mueve ni me asusta. ¿Miedo? El miedo lo creamos nosotros por no querer morir, pero ¿podemos controlar la muerte? No. Entonces ¿para qué tener miedo? Mejor dejarlo de lado y darnos la oportunidad de vivir. Arriesgarnos a todo, aventuras, emprendimiento, locuras, es lo que nos queda. No puedo decir que siento alegría por las cosas, pero siento agradecimiento de haberte tenido, de tenerte y de que ahora eres mi guía. Eres la sabiduría que llena mi consciencia y me conecta con la vibración del amor. Eres la magia que me despierta a abrir mi corazón y borrar todas mis creencias.
Gracias a ti Alexis, sé que todo es posible y que puedo co-crear mi vida, y lo mejor, es que diario vuelvo a nacer contigo a mi lado. Eres mi corazón, el amor puro que lo llena y la luz que envuelve mi intuición, porque Alexis, háblame que yo te escucho, guíame que yo te sigo y ámame porque yo te amaré por todo la eternidad. Tu mami.
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